El 11 de octubre es el Día Mundial de la Obesidad. Para conocer las novedades sobre el tema y capacitarse en la mejor manera de comunicarlas, NOTICIAS POSITIVAS participó de un encuentro con los doctores Alberto Cormillot, diplomado en Enfermedades Crónicas y director de la Carrera de Nutrición de la Universidad Isalud, y Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

“La estigmatización de la persona con obesidad afecta todas las facetas de su desarrollo personal: dificulta sus relaciones y su inserción social, su progreso académico y profesional”, afirmaron los especialistas.

Destacaron que, entre otros, se dificultan sus relaciones y su inserción social, su progreso académico y su desarrollo profesional. Además, insistieron en que el exceso de peso incrementa el riesgo de desarrollar en el tiempo un amplio número de enfermedades que involucran prácticamente a todos los órganos y procesos fisiológicos de nuestro cuerpo, deteriorando la calidad de vida y aumentando el riesgo de mortalidad.

Disponer de alimentos de mejor calidad nutritiva en el hogar, reducir el tamaño de las porciones, comer lento con bocados chicos y masticando mucho, no discutir durante la ingesta, tangibilizar la comida, por ejemplo sacando una foto al plato, tener en cuenta que ‘no es la última cena’ y recordar que ‘elegimos ser saludables’ son algunos de los consejos enunciados por ambos médicos.

“Llamativamente, las personas con exceso de peso son las que menos denuncian discriminación, a pesar de que se encuentran a la cabeza de la percepción general como uno de los grupos más discriminados”, consignó la Dra. Mónica Katz. “Habitualmente son estereotipados como vagos y con poca voluntad para encarar un tratamiento de descenso de peso. El problema es que no se trata solo de saber lo que hay que hacer, sino de poder hacer lo que se sabe qué hay que hacer”, completó el Dr. Alberto Cormillot.

“Llamativamente, las personas con exceso de peso son las que menos denuncian discriminación, a pesar de que se encuentran a la cabeza de la percepción general como uno de los grupos más discriminados”, consignó la Dra. Mónica Katz.

Durante el encuentro organizado por el laboratorio Novo Nordisk, los médicos insistieron en que la obesidad es una enfermedad crónica, compleja, con desencadenantes genéticos, fisiológicos, metabólicos, ambientales, sociales y psicológicos, que incrementa el riesgo de desarrollar en el tiempo un amplio número de enfermedades que involucran prácticamente a todos los órganos y procesos fisiológicos de nuestro cuerpo, deteriorando la calidad de vida y aumentando la mortalidad.

Solo por citar las principales, mencionaron la resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, alteraciones en los lípidos, hipertensión arterial, infarto y accidente cerebrovascular (ACV), problemas articulares (artrosis), hígado graso, depresión, ansiedad, enfermedades pulmonares y algunos tipos de cáncer (colon, útero, mama, riñón, ovario, páncreas, próstata, esófago, hígado y algunos tipos de linfoma).

“Contar con alimentos disponibles en el hogar de mejor calidad nutritiva, comer lento con bocados chicos y masticando mucho, no discutir durante la ingesta, hacer tangible el volumen de la comida –por ejemplo, fotografiando el plato–, tener en cuenta que ‘no es la última cena’ y recordar que ‘elegimos ser saludables’, son algunos de los consejos que solemos recomendar en nuestra práctica diaria, pero nunca prohibiendo un alimento en particular, ya que las prohibiciones lo único que generan son incertidumbre y mayor deseo”, señaló Katz.

“El plato de los argentinos debe contener porciones más pequeñas, mayor cantidad de legumbres, hortalizas y frutas y verduras en general, alimentos aireados (como suflés o batidos) y fundamentalmente evitar la sal, los azúcares agregados, el alcohol y las grasas saturadas. Ayuda también distribuir la ingesta en el tiempo a modo de colaciones cada 2 o 3 horas”, sostuvo Cormillot.

Obesidad: cómo encarar esta enfermedad que puede ocasionar a su vez otro número de afecciones
“El plato de los argentinos debe contener porciones más pequeñas, mayor cantidad de legumbres, hortalizas y frutas, y verduras en general», dijo Cormillot
Ambos coincidieron en la importancia de reconocer el exceso de peso (que engloba al sobrepeso y la obesidad) como una enfermedad crónica que debe ser tratada de por vida con un seguimiento a cargo de profesionales de la salud.

“Llamativamente, hoy tenemos que enfrentar al ‘intrusismo’, que es el ejercicio de una actividad pseudoprofesional, a cargo de personas que no están matriculadas ni entrenadas para hacerlo. Seguir sus consejos contribuye a perpetuar las causas de la obesidad y desalienta la visita al médico o al nutricionista, que son los profesionales preparados para atender la enfermedad”, precisó la doctora Katz.

Con respecto al tratamiento farmacológico, remarcaron que afortunadamente hoy se dispone de varias alternativas de medicamentos efectivos que, recetados por un médico y con un estricto seguimiento, pueden contribuir al éxito, pero siempre sumados a un cambio en el estilo de vida que incluya una alimentación balanceada y un programa sistemático de actividad física.

Pautas para el lenguaje

Tanto para los medios como para el ciudadano común, la manera de referirse al tema o a las personas que padecen de obesidad sigue algunas normas. Debemos referirnos a “personas con obesidad” (en lugar de obesos), o “aquellos que son afectados por la obesidad”. Otras formas de abordar el tema pueden ser las siguientes, tal como lo recomienda el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI):

-Peso o exceso de peso. Personas con IMC en rango de obesidad.

-La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial.

-Una alimentación saludable y el ejercicio juegan un papel importante en la pérdida de peso.